Vientos huracanados convirtieron a los preciosos copos de nieve que cayeron al principio de la tormenta en la capital de la nación en una dolorosa e incluso paralizante tormenta cargada de nieve e inundaciones en la costa.
Uno de cada siete estadounidenses terminará con por lo menos 30 centímetros de nieve para el domingo y Washington DC podría recibir hasta un metro y medio de nieve.
Los primeros copos fueron de postal, pero a medida que se acumularon y los vientos de hasta 80 kms por hora prácticamente no dejaban ver las vías, la situación cambió por completo.
Más de medio metro de nieve se ha pronosticado para la capital estadounidense y para Baltimore en Maryland, pero los meteorólogos del gobierno dicen que el mayor problema va a ser el viento.
Washington y Baltimore esperan más de medio metro de nieve y Filadelfia también. A Nueva York le aumentaron las proyecciones en 30 centímetros o más, pero el viento es el peor problema y con él posibles apagones.
El resultado puede crear acumulaciones causadas por la nieve empujada por el viento que puede llegar a metro y medio, pero medirla sería difícil.
Ante el peligro, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, rogó a la población que no salga.
Por lo menos siete personas murieron en accidentes relacionados con la tormenta. Las condiciones pronto se deterioraron a lo largo del trayecto de la tormenta, desde Arkansas y Tenesí que recibieron 20 centímetros a Kentucky donde cayeron más de 30 centímetros, mientras estados del Sur tuvieron que lidiar con carreteras nevadas y apagones. En Mississippi hubo además dos tornados.
La tormenta podría dejar más de mil millones de dólares en daños, dijo el director del servicio meteorológico, Louis Uccelini.
voanoticias.com
23/1/16
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